Este proyecto junto a “Un aperitivo en el campo” se encuentran en dos localizaciones distintas de la isla de Menorca y el objetivo principal es relacionar la puesta en escena con su entorno.

“Un desayuno frente al mar” es un homenaje a los días de verano: el relax, la desconexión…

La localización está pensada para disfrutar del entorno y conectar con el mar.

He utilizado como punto de partida un mobiliario isleño y característico. Para decorar la mesa, he seleccionado unos manteles individuales con ondas, que simulan las olas del mar mediterráneo, junto a unos platos con dibujos florales y otros elemento claves. Todo ello acompañado de pastas dulces y saladas tradicionales de la isla.