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Este proyecto junto a “Un desayuno frente al mar” se encuentran en dos localizaciones distintas de la isla de Menorca y el objetivo principal es relacionar la puesta en escena con su entorno.

“Un aperitivo en el campo” se sitúa en medio de un cultivo en su máxima explosión floral y su intenso amarillo nos regala una paleta de colores que invita a disfrutar del espectáculo cromático.

A partir de un ambiente vivo, pasa a ser protagonista la puesta en escena de la decoración de una mesa, con un conjunto de productos típicos del lugar.

Este es el punto de partida donde coloco el mobiliario isleño. Para decorar la mesa, he seleccionado unos platos con forma natural, junto a unas copas de vidrio con el detalle de unas flores en relieve. Acto seguido introduzco otros objetos decorativos y productos frescos y locales para conseguir una visión del conjunto integrada en su entorno.